Connect with us

Nacionales

El duro dato de la pobreza obliga al Gobierno a recalcular la intensidad del ajuste fiscal

Publicado

el

Las repercusiones de la estadística oficial de 52,9% de pobres abre un interrogante sobre la capacidad oficial de profundizar el relato del déficit cero. El foco en la baja de la inflación y las medidas en marcha a partir de la próxima semana.

Aunque era esperado que la medición de pobreza que el INDEC difundió ayer marcara un fuerte aumento, lo que se confirmó con el 52,9% de la población pobre en la Argentina según la estadística oficial, los alcances de la repercusión de ese dato son todavía inciertos.

Desde la política y también desde ámbitos críticos de la economía apuntaron a la fuerte recesión como principal herramienta para bajar la inflación mientras que otros analistas tuvieron el enfoque inverso: fue la alta inflación de los primeros meses del año la que provocó una caída real de los ingresos de magnitud y, en consecuencia, la recesión, lo que provocó el aumento de más de 11 puntos de la pobreza.

En cualquier caso, esa foto social impone una reacción oficial. El relato del “ajuste más grande de la historia” del que se enorgullece el presidente Javier Milei, quien además lo promociona como un logro en el exterior, se convierte en un boomerang a la luz de los costos de los que las cifras del INDEC dieron cuenta ayer. Y, si bien el Presidente insiste en que “el superávit financiero no se toca” y que “el déficit cero es innegociable”, queda instalada a partir de ahora la duda si el Gobierno podrá seguir avanzando implacablemente en su política fiscal, tanto en las números como en el discurso. Esa inquietud anida habida cuenta no sólo del in crescendo de las presiones políticas por mayor gasto sino también del descenso de los niveles de popularidad que empiezan a registrar las encuestas de imagen y opinión, hasta el momento el principal soporte de la gestión económica.

Por ahora, la estrategia del Gobierno es más que evidente: todo el foco sigue puesto en bajar la inflación lo cual, probablemente influya favorablemente en la próxima medición. No queda claro si, a falta de crecimiento o con una recuperación débil, será suficiente para inducir una mejora significativa. De hecho, el economista Julián Folgar, destacó un punto relevante: a pesar de haber aumentado por la asistencia social a los más vulnerables (AUH y Tarjeta Alimentar) por encima de la inflación como mecanismo, precisamente, de amortiguar el impacto en los sectores más desfavorecidos, la indigencia también aumentó en una alta proporción al pasar de 12% a 18% de la población. Es decir que, a pesar de los refuerzos, la contribución de estos planes orientados esencialmente a ayudar a los hogares pobres a cubrir la canasta básica alimentaria, tuvieron una eficacia limitada.

“A mi juicio, este es el dato más llamativo y preocupante para seguir de cerca. A pesar de haber aumentado la AUH y Alimentar (que se sabe no afecta la pobreza pero hasta ahora sí la indigencia), la indigencia en menores saltó al 27%”, destacó Folgar, quien atribuyó esa dinámica a la combinación de pérdida de ingresos por la recesión y el salto inflacionario.

Hacia adelante, el Gobierno podría quitar el pie del acelerador del ajuste y buscar un respiro a los bolsillos, En esa línea, se encadenaron en las últimas jornadas tibios indicios. El más claro, eventualmente, es la decisión de no aumentar en octubre el transporte. Así se les comunicó el miércoles a las empresas de colectivos, lo que evita un nuevo impacto sobre un amplio segmento más sensible de la población, amén de restar presión al índice de precios del mes próximo.

En la misma línea, también los aumentos en las tarifas de servicios públicos se moderarán en los próximos meses. De hecho, el Gobierno apunta a descomprimir la tensión que generó entre los usuarios la llegada de las últimas boletas de luz y gas, con incrementos mayores a los previsto. El cambio de temporada hace que se reduzca el costo de generación de energía, lo que permitiría una leve baja en las facturas o, al menos, evitaría nuevas subas por encima de la inflación.

A partir de la semana próxima, en tanto, también el precio de los combustibles bajaría en promedio 3% según se anticipó desde la petrolera estatal YPF lo cual -nuevamente- quita presión al índice de inflación.

Se trata, eventualmente, de medidas paliativas que no sustituyen el único antídoto indispensable contra la pobreza, el crecimiento económico, y que marcan los límites con los que se topa el superávit financiero el plan de mega ajuste fiscal de Milei.

Nacionales

El peronismo debate su propia reforma laboral para frenar la de Milei

Publicado

el

Los diputados de extracción sindical promueven la reducción de la jornada laboral, ampliación de licencias y beneficios para trabajadores de plataformas. Desencanto en los movimientos sociales.

El peronismo debate por estas horas una respuesta unificada para frenar la reforma laboral que busca el gobierno con un proyecto propio.

Los diputados Hugo Yasky, Vanesa Siley, Sergio Palazzo y Mario Paco Manrique impulsan al interior del bloque peronista una discusión para contraponer “un plexo normativo” con los proyectos que amplían derechos de los trabajadores.

Los cuatro legisladores, reconocidos por sus pares como los diputados de “extracción sindical”, ya presentaron decenas de proyectos de ley que atienden a demandas gremiales.

De hecho, Siley compartió esta semana un posteo con una entrevista radial que le hicieron en Radio Gráfica y se jactó: “nosotros sí tenemos una reforma laboral”. “Reducción de la jornada laboral, 10 principios básicos para cuidar a los trabajadores de plataformas, suma fija para recomponer salarios y reactivar el consumo, ampliación de licencias parentales y derecho a la desconexión digital”, enumeró.

Según la secretaria general del Sitraju sería “una reforma modernizadora, progresiva y de ampliación de derechos”, pero aclaró: “no le mentimos a la gente: las leyes solas no generan trabajo, lo genera un modelo económico de industria y protección de lo producido en Argentina”.

En medio de las negociaciones por la nueva conducción de la CGT, Palazzo le respondió a LPO que el bloque de UP ya presentó “casi 300 proyectos en dos años parlamentarios”.

Desde Mar del Plata, donde la CTA y los movimientos sociales conmemoraban este miércoles los 20 años desde la Cumbre contra el ALCA, Yasky dijo que “la reforma laboral de Milei es un guiso recalentado de una receta que ya fracasó”. “Frente a eso, es mentira que no hay ninguna propuesta. Tenemos una batería de proyectos de ley que forman un plexo normativo para ampliar derechos de nuevo tipo ante las nuevas formas de relación laboral”, explicó.

En efecto, ese grupo de legisladores ya presentó iniciativas que formalizan las relaciones laborales para los trabajadores de plataformas, contemplando no solamente vacaciones y reglas de desconexión sino también medidas disciplinarias que las empresas pueden aplicar ante incumplimientos del empleado. Además contempla una regulación de las remuneraciones, el aguinaldo y el derecho “a la intangibilidad de la reputación digital”.

Los movimientos sociales están desencantados con estos proyectos porque aseguran que se siguen centrando en un universo de 6 millones de trabajadores registrados. “Hay 27 millones de personas en actividad, más de 20 seguirán quedando afuera”, dijo a LPO un importante dirigente social.

La disputa dentro del peronismo ya arrastra años: los movimientos sociales cuestionan que la CGT se aboca a defender los derechos de los trabajadores registrados y quedan desamparados los millones de trabajadores de la economía popular. “No terminan de entender el nuevo capitalismo”, dijeron desde los movimientos.

El debate sobre la reducción de la jornada laboral ya se plasmó en 2023, cuando todavía gobernaba el Frente de Todos, pero no prosperó. El peronismo lo rescata ahora, para confrontar contra los trascendidos de la propuesta oficialista que habilitarían a los trabajadores a optar por jornadas de hasta 12 horas, algo que los libertarios salieron a negar en la última semana.

Como sea, la discusión de una eventual reforma se produciría recién en sesiones extraordinarias, según fuentes parlamentarias. Los planes del gobierno consistirían en patear la aprobación del Presupuesto 2026 para después del recambio legislativo y recién entonces avanzaría con las reformas laboral y tributaria que comprometió a empresarios y acreedores externos. 

Continuar leyendo

Lo más visto