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El Gobierno se enfrentará este miércoles a un virtual paro general, mientras continúa el conflicto con las universidades

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Si bien al comienzo la medida de fuerza involucraba solamente al sector del transporte, a la protesta se fueron sumando diferentes sindicatos y movimientos sociales. En el medio, el presidente Javier Milei redobló las críticas hacia las autoridades de las casas de estudio.

En medio de los anuncios económicos y de las privatizaciones, el Gobierno se enfrentará el próximo miércoles a un virtual paro general, cuando el ala dura de la CGT y los gremios de transporte, acompañados por movimientos sociales y estudiantiles, lleven adelante un cese de actividades por 24 horas que, no obstante, no les preocupa a las autoridades nacionales, decididas a ir “a fondo” con las desregulaciones y el control de los fondos universitarios.

La medida de fuerza, si es acatada por todos los sectores, afectará tanto a los servicios de carga, como camiones, ferrocarriles y barcos, pero también a algunos de pasajeros, incluyendo los trenes, el subte y los aviones.

La medida de fuerza, si es acatada por todos los sectores, afectará tanto a los servicios de carga, como camiones, ferrocarriles y barcos, pero también a algunos de pasajeros, incluyendo los trenes, el subte y los aviones.

Por el momento, sin embargo, no se iba a ver afectada la circulación de los colectivos, ya que la Unión Tranviarios Automotor (UTA), a la que están afiliados la mayoría de los choferes, hasta el domingo no se había sumado a la protesta, impulsada por el sector más duro de la central obrera.

El paro es incentivado, principalmente, por Pablo Moyano y Omar Pérez (Camioneros), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Omar Maturano (La Fraternidad), Juan Carlos Schmid (Fempinra), Roberto Coria (Guincheros), Pablo Biró (APLA), Alberto Pianelli y Néstor Segovia (Metrodelegados), Raúl Durdos (SOMU), Marcelo Pariente (Motoqueros), Jorge García (Taxistas) y Graciela Aleñá (Viales).

“Todas las modalidades de transporte se han adherido. Se informó que la UTA no para. Tendrán sus razones, los juzgará la historia, porque no creo que los compañeros colectiveros estén viviendo otro mundo, ¿no?”, cuestionó Moyano, en diálogo con Radio 10.

Por el contrario, recientemente sí se sumaron sindicatos de maestros, como la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN); la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), que integran varios movimientos sociales.

Por su parte, las agrupaciones estudiantiles de la UBA que integran la denominada Asamblea Interfacultades, se reunieron en la Plaza de Mayo y votaron a favor de hacer una movilización al Obelisco el primero de noviembre, el día siguiente del paro de la CGT.

Asimismo, los alumnos acordaron convocar a la Tercera Marcha Federal Educativa para el próximo 12 de noviembre, para ratificar el reclamo de un aumento salarial para el personal docente y no docente de las casas de altos estudios.

Esa decisión se da en el medio del conflicto entre el Gobierno y las autoridades académicas, que se niegan a ser auditadas por la SIGEN, organismo dependiente del Poder Ejecutivo, al argumentar que esa entidad “no tiene competencias” para realizar el control de los fondos que el Estado les destina anualmente.

Los vamos a ir a auditar, los chorros no van a tener paz en la Argentina, porque el que las hace, las paga. Voy a ir a buscar a los chorros hasta al último rincón del país y los voy a meter presos. Se acabaron los curros”, ratificó al respecto el propio Milei, durante una entrevista radial.

En paralelo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se puso el sábado al frente del operativo de allanamiento de los inmuebles vinculados a José Antonio Voytenco, secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y presidente de la obra social OSPRERA.

Fue tan solo unos días después de que la Mesa Nacional de Transporte, que es la que originalmente llamó al paro de este miércoles, denunciara una supuesta “persecución a los dirigentes” gremiales y “criminalización de la protesta social, que está amparada en la Constitución Nacional y en convenios de las máximas organizaciones Internacionales que regulan el trabajo”.

En este contexto, a pesar de las múltiples reuniones que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tuvo en la Casa Rosada con los principales referentes de la CGT -a las que Pablo Moyano nunca fue- y el vínculo del asesor presidencial Santiago Caputo con algunos de ellos, las autoridades nacionales no lograron destrabar la medida de fuerza.

Ni siquiera se pudo llegar a un acuerdo luego de que el Poder Ejecutivo organizara una mesa tripartita con empresarios para discutir la reglamentación del artículo de la reforma laboral que prohíbe los bloqueos sindicales, para tratar de bajar la tensión con la CGT.

La central obrera, de esta manera, llevaría adelante su tercera protesta masiva en contra del oficialismo que, si bien no es formalmente un paro general, los gremios consideran que la falta de transporte podría hacer que haya una baja considerable de la actividad.

Hasta ahora, la cúpula cegetista realizó dos paros totales en contra de la gestión de Milei, el primero de ellos, el 24 de enero, poco después de que el libertario asumiera, y el segundo, el 9 de mayo, aunque con un impacto mucho menor que el anterior.

“Me parece que la gente se cansó de la hipocresía y uno lo que vio fue todos los comercios abiertos, gente con ganas de laburar y la sensación de que si no lograban (frenar) el transporte, hoy en Argentina no pasaba absolutamente nada”, sostuvo el vocero presidencial, Manuel Adorni, luego de ese segundo cese de actividades.

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Toto Caputo, el nuevo hombre fuerte del Gobierno

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Los hermanos Milei ataron su suerte al ministro de Economía. Cómo sigue la pelea de Karina y Santiago.

Por Ignacio Fidanza – La Política On Line

La política es interesante porque trabaja por capas. Karina hoy concentra el poder de la Casa Rosada y por ahora se impone incluso a su hermano Presidente. Pero tanto ella como Milei ataron su suerte al éxito de Toto Caputo. Es decir, en este momento no hay nadie con más poder en el Gobierno que el ministro de Economía.

Así, mientras los medios se entretienen en la pelea del asesor y la hermana, el ministro de Economía concentra las decisiones que importan. Todo el plan político de acá a las elecciones del 26 de octubre consiste en mantener el dólar pisado. No hay nada más y eso depende de las artes oscuras de Caputo con sus amigos -y enemigos- del mercado. Karina no entiende ese mundo y Milei tampoco. De hecho, el Presidente admira a su ministro porque triunfó donde el fracasó: en el mundo real de las altas finanzas.

Apalancado en ese poder, Caputo ahora concentra la relación con los gobernadores. El flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, viejo admirador de Wado de Pedro, es un holograma que pusieron de fronting, pero no maneja lo único que le importa a los gobernadores: los fondos.

El ministro de Economía ya había consolidado bajo su área todo lo importante: Presupuesto, Finanzas, Transporte, Obra Pública, Energía y Campo. Ahora además, tiene la negociación política real y la dirección del programa de Gobierno. Es el núcleo duro no electoral del Gobierno.

En el medio, el ministro hace su negocio. Maneja con maestría la histórica habilidad macrista de jugar en el fleje del Código Penal, mezclando decisiones del Estado y negocios privados. La corrupción corporativa es el nivel superior de la corrupción. No se entiende, no se ve. Mueve miles de millones más que el tres por ciento de Karina.

Caputo prometió mantener el dólar pisado hasta octubre mientras negocia con el FMI que le dejen gastar las pocas reservas que le quedan, a cambio de levantar las bandas y permitir la libre flotación después de las elecciones.

Un nivel más abajo se libra la batalla entre Karina Milei y Santiago Caputo. La hermana deja correr que después de las elecciones se carga al asesor. El asesor cree que en las elecciones les va a ir mal y eso le abre una ventana de oportunidad para terminar de concretar la embestida que inició luego de la caída en la provincia.

El objetivo es voltear a Lule Menem. “Si cae Lule, Karina queda en una posición de gran debilidad, por eso lo sostiene. Ella dice que si cae Lule después van por ella”, razona un dirigente libertario de acceso frecuente a la Casa Rosada.

La caída del subsecretario General de la Presidencia se podría desencadenar si la justicia federal lo procesa. Algo de eso insinuaron desde Comodoro Py. Menem tiene dos causas complicadas: las coimas de la Andis que destapó Diego Spagnuolo y los retornos de la obra social de los peones rurales. Los fiscales Picardi y Marijuán están indagando en esas opacidades.

Karina se impuso a su hermano y logró bloquear los cambios que había acercado Santiago Caputo para salir de la crisis de la derrota bonaerense. “Le faltaron huevos a Javier”, afirma un funcionario que sabe que el Presidente inicialmente coincidía con su asesor.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, abandonó a Caputo y se subordinó a Karina. Por eso, le dieron el Ministerio del Interior para su segundo. Ese movimiento obturó los cambios que proponía Caputo, a quien Karina licuó como uno más de una mesa política que pobló con sus incondicionales. No se concretó la regeneración del “triangulo de hierro” con la que había soñado el asesor la noche de la derrota.

Perdida así la batalla interna, Santiago Caputo ahora busca sumar fuerzas fuera del gobierno, con los gobernadores aliados, con los macristas, con los radicales, con los empresarios, con los medios, con sectores de la justicia, para imponerse a la hermana. “Santiago es el vínculo con el mundo exterior, Karina no habla con nadie”, explican en el extraño mundo libertario.

Milei por ahora es un espectador impotente. La apuesta del asesor es que una derrota en octubre lo empuje al límite y tenga que hacer lo que hasta ahora no pudo: trazarle un límite a su hermana.

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