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Las huellas del Comando Vermelho en Argentina: Una banda lavaba plata desde Nordelta

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Hace dos semanas condenaron a ocho personas en Buenos Aires por lavar activos de la poderosa banda brasileña, con cuentas cripto, depósitos bancarios y autos de alta gama.

La organización criminal Comando Vermelho, que acaba de ser blanco de un operativo militar en Rio de Janeiro que produjo 120 muertos, tiene alguna inserción en Argentina. Justamente hace dos semanas ocho personas ligadas al grupo delictivo fueron condenadas a prisión por la Justicia Federal porteña por haber canalizado activos sucios mediante criptomonedas, empresas usadas como pantallas y cinco automóviles de alta gama.

El actor fundamental al que buscaban los investigadores está prófugo. Se llama Marcelo Alves, es brasileño y vivió en Nordelta hasta hace poco tiempo junto a su esposa y su madre. Cuando lo fueron a allanar las fuerzas de seguridad se encontraron con un escollo recurrente: las resistencias en el condominio hacia los operativos policiales.

Alves y su grupo familiar están prófugos. Los responsables locales de la investigación llegaron a esta pesquisa porque las autoridades brasileñas les notificaron que un miembro del Comando Vermelho, al menos un enlace financiero directo, aparecía con residencia en Argentina. Era justamente Alves.

A mitad de octubre de 2025 la Procuración de Lavado de Activos (Procelac) impulsó y logró condenas en juicio abreviado contra personas que aceptaron lavar activos para este residente local del Comando Vermelho. Les impusieron tres años de prisión condicional, multas por 2.460 millones de pesos y el decomiso de 271 mil dólares en efectivo. También les incautaron fondos congelados en billeteras virtuales y de cuentas bancarias.

Ninguno de ellos, según fuentes judiciales indicaron a LPO, eran miembros del Comando Vermelho. Se los considera facilitadores de acciones de blanqueo de dinero de origen delictivo. La pesquisa económica justamente determinó que Alves y su grupo familiar tenían actividades, transferencias y movimientos de dinero totalmente inconsistente con su actividad declarada en el país.

En Argentina no aparecen vestigios de otro tipo de conexión más allá de la financiera como sí surgieron en los últimos años de otra organización brasileña, el Primer Comando Capital (PCC) que tiene asiento en San Pablo. En distintas fiscalías y fuerzas de seguridad del país se captaron movimientos de células diversas del PCC, especialmente relacionadas con personas detenidas en cárceles. 

Los recientes abreviados contra auxiliares económicos del Comando Vermelho fueron impulsados por los fiscales Diego Velasco y Fabiana León, de Procelac, y homologados por los jueces del Tribunal Oral Federal 7 de Capital Federal. implicaron la admisión de culpas de los hechos imputados y penas de tres años de prisión en suspenso para Felipe Gabriel Correia Goncalves, Eliamar Das Dores De Melo, Wilson Alexandre Cardoso De Oliveira, Thiago Cardoso De Oliveira, Selma De Lima Muñiz Barbosa, Ma Hai, Katherine Yola Chasqui Inta y Juan David Babilonia Mora.

Las multas en conjunto fueron de 2.460 millones de pesos, aplicadas de manera proporcional, según el grado de participación de cada condenado. Los montos individuales promediaron entre 40 millones y 720 millones de pesos, según consignó el 15 de octubre pasado el sitio online oficial del Ministerio Público Fiscal de la Nación.

El caso se había iniciado en 2022 por de una denuncia presentada por la Procelac, que detectó posibles maniobras de lavado de activos.

El expediente se dividió en varios legajos por su complejidad. El primero se concentró en las maniobras atribuidas a la organización liderada por Alves de Sousa y Wang, sindicados como responsables de canalizar activos ilícitos que pertenecerían al Comando Vermelho.

En una segunda etapa se analizaron maniobras independientes de la estructura principal encabezada por Alves de Sousa y Wang, vinculadas con transferencias informales de divisas en la región realizadas entre 2022 y 2023 y que implicaban a los ahora condenados Hai, Chasqui Inta y Babilonia Mora.

Según la organización no gubermanental especializada en Criminología Insight Crime, el Comando Vermelho es el grupo delictivo de gran envergadura más antiguo de Brasil. Se creó en Río de Janeiro en la década de 1970 como un grupo de autoprotección de prisioneros de cárceles, que inicialmente se dedicó a delitos de bajo perfil como asaltos y robos bancarios.

En la década de 1980 la agrupación expandió sus actividades y se involucró en el tráfico de cocaína, para lo que se alió con los cárteles de Colombia. Además, formó una base de apoyo social en barrios periféricos de Río de Janeiro.

“Desde entonces ha crecido hasta convertirse en una amenaza nacional e internacional. Mientras ha mantenido su base de poder en vecindarios pobres alrededor de Río de Janeiro, Comando Vermelho tiene una influencia mayor en prisiones de todo el país, con la región de Amazonas y el oeste de Mato Grosso como sus bastiones secundarios”, consigna la ONG.

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El FMI reclamó que se sumen reservas y el gobierno respondíó que lo hará “dentro de un par de meses”

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Vladimir Werning mantuvo una llamada con el nuevo director del hemisferio occidental, Nigel Chalk quien le transmitió urgencia por iniciar el proceso.

Las presiones para que el Gobierno abandone el esquema de bandas cambiarias suenan cada vez mas fuerte. Pero quien da la cara no es Toto Caputo ni Santiago Bausili, sino Vladimir  Werning, vicepresidente del Banco Central y el funcionario designado para mantener el diálogo técnico con los representantes de la elite financiera. 

Este jueves, Werning mantuvo una call con el nuevo director del hemisferio occidental del Fondo, Nigel Chalk, quien le transmitió la preocupación del organismo: con el esquema actual, la Argentina no puede acumular reservas al ritmo que exige el programa. 

Según el acuerdo comprometido ante el organismo, el país debería sumar alrededor de USD 8.500 millones para cumplir la meta. “Ese proceso debería iniciarse lo antes posible” fue el mensaje del emisario del Fondo. 

La respuesta de Werning circuló en los medios locales. Recuperó un paper que él mismo presentó semanas atrás en una jornada técnica del BCRA. En ese documento sostiene que el proceso de compra de reservas comenzará recién “en unos meses”, según reveló La Nación.

La presentación de Werning fue titulada “La Evolucion del Regimen de Agregados Monetarios en Argentina: De la Estabilización (2024) y la Transición de Régimen (2025), a la Remonetización Impulsada por la Demanda (2026) y Conducente a la Acumulacion de Reservas”. 

Werning condiciona la acumulación de reservas a la reactivación de la actividad económica y la llegada de dólares desde el exterior o el desatesoramiento doméstico. Proyecta que esa ventana de oportunidad se abrirá “dentro de unos meses”. La sitúa precisamente en un amplio “2026”. 

Lo cierto es que el board considera que la falta de acumulación de reservas pone en riesgo el programa. “Sin flotación, no hay reservas; sin reservas, no hay programa”, resumió un economista que sigue de cerca las negociaciones. 

El Gobierno subestima esa advertencia y repite que los dólares para pagar la deuda saldrán del superávit fiscal.  Sin embargo los márgenes se achican. La caída de la recaudación producto de la eliminación del impuesto país y la eliminación de las retenciones exigen un ajuste del gasto primario de 11 billones de pesos. A eso se sobreimprime que en el mercado local, el Tesoro no esta consiguiendo financiamiento, muy por el contrario no logra renovar la totalidad de los vencimientos. 

Fue elocuente el secretario de Hacienda Carlos Guberman ante la comisión de presupuesto convocada este miércoles al defender el esquema de bandas y diferenciarse de las metas proyectadas por el FMI.

“El FMI puede escribir lo que quiera, pueden decir que Argentina va a crecer más o menos. ¿Ahora el Fondo es bueno?”, respondió con ironía a los legisladores opositores que usaron el número del organismo para cuestionar al proyectado por Economía.

“Es un número de ellos y no tenemos por qué compartirlo. La obligación que tenemos (con el fondo) es que vamos a pagar los intereses de la deuda con superávit primario”, indicó el funcionario. 

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